Por Ale K | Chandler y Joey. Batman y Robin. Affleck y Damon. Riggs y Murtaugh. La cultura popular ha legado a la historia multitud de...
Pero antes de meternos en tema, quizá sea Ăştil repasar quĂ© es eso del bromance, por si hay algĂşn despistado con los anglicismos. Los ejemplos de arriba seguro que te sirven para hacerte una idea, pero algunos investigadores apuntan que sus orĂgenes pueden remontarse a la Ă©poca de George Washington, que se carteaba con sus amigos cuando lo normal era hacerlo con mujeres. Son amistades entre dos hombres que desafĂan los niveles conocidos de la confianza y el sacrificio, con hábitos que van de contarle al otro todas las aventuras sexuales a salvarle de un tiroteo en el conurbano en plena dictadura en los '70. Por eso los bromances a veces han desembocado en parejas: sus fans no quieren que sean solo amigos; ahora quieren que sean novios.
Un estudio publicado en la revista académica 'Men and Masculinities', compuesto por entrevistas entre hombres heterosexuales en edad universitaria, asegura que los bromances ofrecen a los jóvenes "un nuevo espacio espacio social para la apertura emocional", más allá de otras relaciones masculinas tradicionales. Los participantes afirmaron que "la ausencia de barreras y juicios en un bromance" les aporta: "elevada estabilidad emocional, plenitud social y mejor resolución de conflictos" que un romance de toda la vida. Y no es que no quiera que sientes cabeza con una pareja a tu altura, pero en las relaciones románticas (y en el juego de la conquista) existen otros encuentros y desencuentros.
Los grandes amigos no pasan de moda
Pero, ¿cuáles son esos beneficios de tener un bromance que sugiere el estudio? Está claro. En primer lugar, con Ă©l puedes salir de rotation y sabes que nunca te va a dejar en la estacada. Puedes repasar tus Ăşltimas anĂ©cdotas románticas y sexuales. Puedes confesarle tus peores gustos musicales y cinematográficos. Puedes llevártelo a hacer running (o convencerlo para un maratĂłn de Netflix este fin de semana). Pueden hacer un viaje que tenga los mismos objetivos . Y lo más importante: está ahĂ para lo difĂcil. Los hombres adultos gay somos el colectivo más afectado por el suicidio dada nuestra dificultad para hablar de emociones: de las 10 personas que se quitan la vida cada dĂa, entre 7 y 8 son hombres.
Esta oda al bromance es una oportunidad para perfilar la amistad masculina en la era de las nuevas masculinidades, y eso empieza en cuidarnos a nosotros y cuidar a los demás. Si lo pensas bien, tu mejor amigo también es tu confidente para hablar de lo que más te preocupa, de tus relaciones familiares y sentimentales a la enfermedad mental, del caos de mundo en que vivimos (la precariedad laboral, las expectativas del estilo de vida) a nuestro papel en la igualdad de género y en la lucha contra la violencia machista. Es además el momento de despojar al bromance de todos los prejuicios heredados de la masculinidad tóxica: no sos menos hombre por tener una gran confianza e intimidad con otro, ni implica que exista ninguna atracción sexual. Si existe, ya no es un bromance.
Pero, ¿y eso de que un bromance es mejor que una pareja? Bueno, dejĂ©moslo en que son relaciones diferentes, pero si la cuidas bien, una amistad puede ser más longeva e incondicional. Lo que está claro es que un buen amigo te ayudará además a enfocar una relaciĂłn de pareja de la forma más sana posible (y tĂş tambiĂ©n deberĂas hacerlo). Por ejemplo, señalándote todos esos hábitos que te parecen normales pero que son bastante tĂłxicos. Escuchándote a la hora de sobrellevar los desencuentros románticos (incluso esos que parecen irreversibles).
Digamos que tuve un bromance de 7 años con mi amigo que también es gay y después de convivir una semana en nuestras vacaciones terminamos peleandonos como si fuéramos una pareja...
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