En TODOS LO SABEN hay secretos familiares y un secuestro que los deja a la vista. Reencuentros incómodos, viejas deudas (de dinero y otras)...
El reencuentro familiar es pura celebración y fiesta. La hija se ve con un chico que le gusta, padres, tíos y hermanos (es un tanto confusa la relación específica entre todos ellos) se preparan para el festejo. Y también se suma Paco (Javier Bardem), un hombre que ha hecho algo de dinero con viñedos y se ha casado (con Bárbara Lennie, otro acierto de casting), pero que ha vivido con la familia de Laura desde chico y ha tenido un romance con ella, muchos años atrás. Todo eso parece “agua bajo el puente”, pero quizás no sea tan así.
Es a partir de ahí que empiezan a revelarse secretos familiares, asuntos pendientes y otras cuentas que no conviene revelar. La película de Farhadi sigue, en cierto modo, las líneas temáticas de sus anteriores filmes, en general ligadas a las consecuencias de complejas relaciones de pareja, con maridos y ex parejas entreverados en la vida de una mujer (su anterior película, la francesa EL PASADO, con Berence Bejo, tenía un eje narrativo similar) y con ella en el medio, sin saber muy bien para dónde disparar. Aquí también se suma otra línea que está tan presente en el cine iraní como en el iberoamericano: la familia extendida, las discusiones, los engaños y, sobre todo, los problemas de dinero no resueltos.
Lo que sí le interesa al director de LA SEPARACION, con cierta lógica, es la dinámica familiar que llevó a eso. Y si bien hay situaciones específicas que son ricas en posibilidades dramáticas, nunca existen en contexto, parecen orbitar el terreno de lo puramente guionado, sin que uno tenga motivos para entender la necesidad de que cierta parte del relato transcurra (en off) en Argentina ni que tenga un peso histórico realista los problemas de dinero, ventas de tierras y otros asuntos que la familia carga por décadas. Podría pasar en cualquier lado y sería idéntico. Lo único que vuelve a la película “latina” es el volumen de las discusiones, la música y las locaciones. Poco más.
TODOS LO SABEN no es una mala película sino una bastante intrascendente y menor, una que tal vez pueda entretener si uno se la topa en Netflix o similares, pero no mucho más. Y no estoy tan seguro tampoco de eso, ya que Farhadi trabaja los tiempos y las idas y vueltas de la trama de un modo, si se quiere, un tanto “iraní” para los estándares narrativos actuales. El problema no es ése (de haber ido con todo por ese lado acaso los resultados habrían sido más consistentes), sino que la película no es ni un thriller atrapante del todo ni convence como un drama personal/familiar profundo. Es un híbrido curioso, como la mismísima propuesta hispano-iraní parecía darlo a entender.
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