[avatar user="Gabo Hunt" align="right"]Gabo[/avatar] Mientras más sucio y perverso, más escalofriantemente adictivo es e...
Mientras más sucio y perverso, más escalofriantemente adictivo es el sexo. Cómo nos mostramos desnudos ante el otro, si nos gusta hacerlo con la luz prendida o apagada, si preferimos bañarnos antes o no, si lo queremos hacer en la cama, en la regadera, en la sala o en el piso, nos define. Judith Butler, importante y comprometida teórica de la sexualidad, ha escrito que la identidad sexual es una condición que se practica a diario. Maneras de hacerlo hay muchas y algunas veces éstas se manifiestan a través de la repulsión, otras como atracción, incluso podrían mezclarse el deseo, asco y miedo en un solo encuentro.
El bud sex, por ejemplo, es un tipo de práctica sexual llevada a cabo por hombres heteros que tienen relaciones con otros de su género, muchas veces en secreto. Ellos comparten una masculinidad que difiere mucho del modelo "tradicional", pero eso no significa que se definan como bisexuales.
Algunos investigadores dicen que algunos de estos hombres heteros con prácticas homosexuales, muestran un encarnado rechazo hacia los gays. De hecho, pueden llegar a considerarse homofóbicos y no por eso dejan de practicar el bud sex.
Quienes practican el bud sex asocian el concepto "penetración" con la idea de feminidad y homosexualidad, es decir poseen una concepción 100 % machista. Chingar o ser chingado marca una diferencia en sociedades heteronormadas como México. Estos hombres machistas tienen relaciones, casuales o no, con otros de su género bajo el argumento de que sólo se trata de es sexo, puro placer. Estas personas aseguran que no hay nada sentimental en estos actos, por ello el nombre bud sex (sexo con un compañero o colega)
Esta práctica no es reciente, actualmente ha ganado popularidad debido a que se le ha asignado un nombre que intenta ser visible y aprobado para la sociedad. En la Grecia Antigua el conocimiento filosófico y político, así como las prácticas con más importancia para el estado, estaban restringidas para las mujeres; hecho que no impedía que se entendiera al sexo entre hombres como algo común.
En cuestión de identidades sexuales la sociedad juega el rol de protagonista. Romper con las normas del patriarcado se enmarca en un proceso que se remonta al propio inicio de esta instrumentalización social. La revolución sexual de los 60 y su posterior estudio puso de manifiesto que las prácticas no tienen por qué estar ligadas al género; se pueden combinar, se pueden superar, proponer más nomenclaturas o eliminarlas.
Es probable que las identidades sexuales, tal como las conocemos desaparezcan, como lo indica la teoría queer. El hecho de que cada vez más personas no tengan que etiquetarse ni etiquetar a los demás da pie a una mayor libertad para asumir y practicar su sexualidad.
Buenas TARDES. Es muy interesante el estudio que se ha realizado al respecto de las relaciones arriba analizadas, estoy muy de acuerdo en que los hombres no quieren que se sepa su verdadera inclinación con referencia a la intimidad del ser humano, pues Yo conozco Hombres que se dan de muy machotes y hablan mal del gay, cuando en su interior y criterio GOZAN MAS Y SE RELAJAN Y DISFRUTAN CUANDO LO REALIZAN. Gracias por esa valiosa investigación que han realizado, los felicito y sigan adelante un amigo mas de esta su pagina por este medio, MANC.
ResponderEliminar