A los tortazos. Dos fracturas y varias entradas a enfermería: las señales en la historia clínica de Lucio, el nene asesinado en La Pampa

Por Ale K | Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, fue detenida junto a su novia, Abigail Páez, de 27, por asesinar a su hijito de 5 años,...

Por Ale K | Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, fue detenida junto a su novia, Abigail Páez, de 27, por asesinar a su hijito de 5 años, Abel Lucio Dupuy, que fue llevado al hospital de urgencia, convulsionando. Dijeron que les entraron a robar y el nene se cayó. Era mentira. Lo molieron a golpes. ¿Por qué escribir sobre esto? Porque nos toca muy de cerca, los gays también podemos sucumbir a algún tipo de perversión. La mamá de Lucio era lesbiana y fue protegida por la justicia y la ley de identidad de género, mediante su método más conocido en la justicia. El sesgo de género. 

El forense dijo que nunca había visto una paliza como la que tenía Lucio. Y agregó que ya tenia mas de 30 años de experiencia haciendo autopsias. Fue golpeado, mordido y quemado con cigarrillos.

En la Justicia hay un sexismo contra los varones, los padres son malos simplemente porque tienen pito. Los varones son malos, tanto el padre como el abuelo reclaman la tenencia de Lucio pero nadie los escuchó la justicia no los escucho porque tenían el pito

Dónde están ahora las defensoras de la niñez es y las infancias? ¿Están pidiendo por Lucio?
La mirada del colectivo es selectiva.

El sesgo de género y la identidad de género

A nivel jurídico la cosa se pone peor que con la muerte de Lucio, porque lo matan por segunda vez. Todas las acciones del padre, fueron ignoradas porque la justicia se pone siempre a favor de la madre y cuando pertenece a alguna minoría como en este caso el de las lesbianas mira directamente para otro lado. El padre de Lucio incansablemente se dedico a pedir la potestad de su hijo y la justicia no hizo nada. No organizó como SI lo hace ahora que el crimen se cometió una comisión para ver en qué condiciones y con quien vivía el niño. No tendrían que haber mandado ni a una asistente social ni a un psicólogo al hogar para hacerlo. Si la hubieran querido hacer fácil y corta con leer las redes sociales de Abi la pareja de la madre biológica les hubiera bastado. En ella se vanagloriaban de no trabajar y cobrar pensiones y subsidios del estado. Se alegraban porque al abuelo paterno de Lucio ver la vida que ellas llevaban le podría hacer mal o afectar en alguna dolencia que lo tuviera más lejos aún de su nieto.

En sus redes sociales se anticipaba el perverso final que ahora conocemos. 

 Odiaban al padre por ser portador de un pene y todas las agresiones que inventaban ante la policía generalmente tenían un tenor sexual. Odiaban a este país, odiaban a la gente formal (a los caretas),, odiaban a la clase política porque no les daba más. ODIABAN. Y ese odio se llevó puesto a Lucio.

Mientras tanto en este día y aún escribiendo estas líneas faltan las posiciones de algunos interlocutores, la gente del pañuelito verde no ha dicho nada. Elizabeth Gomez Alcorta, Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación no ha dicho una sola palabra sobre el caso, ni ha hablado de las asesinas.

La justicia está ausente de estas y otras muchas causas, la justicia en realidad no funciona, lo hace para CFK sea sobreseída y cobre en juicio sumarísimo (express) una pensión jubilación y retroactivo que a cualquier otro jubilado de la mínima le puede llevar hasta 20 años cobrar y que muchos cuando empiezan las acciones confiesan abiertamente que “es lo que le dejan a sus hijos o nietos” porque ya tienen la certeza de que no verán la sentencia en vida.
Con este panorama ¿Qué país le hubiera tocado a Lucio para vivir?

Igualmente eso no convalida lo violenta que fue su vida y su muerte. De estar vivo Lucio tendría la posibilidad de elegir, quedarse en estas tierras o irse tal vez a Dinamarca a trabajar de lavacopas o Rappi y ganar €2000. Pero su madre y la pareja de esta lo asesinaron.