Ale K | La democratización del acceso a la comunicación mediante tecnología (Compuer Mediated Communication o CMC) ha transformado comple...
Ale K | La democratización del acceso a la comunicación mediante tecnología (Compuer Mediated Communication o CMC) ha transformado completamente la manera en que los seres humanos nos conocemos, cortejamos y enamoramos. Internet y sus plataformas, apps o portales hacen de intermediarios sociales en nuestra comunicación diariamente. En el contexto amoroso, por ejemplo, ha sustituido las tradicionales figuras de emparejamiento como familiares, amigos, columnas en diarios o celestinos debido al fulgurante ascenso de las apps de citas.
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Internet y su capacidad de vehicular la comunicación entre dos personas ha cambiado radicalmente la manera en que se entabla una amistad, una discusión, o una relación. La crisis sanitaria del COVID-19 ha demostrado el poder de Internet para reorganizarnos como sociedad y acercarnos entre nosotros a pesar de no poder hacerlo físicamente. Internet genera un paradigma totalmente nuevo en términos de construcción de identidad y de la manera de relacionarse de los hombres homosexuales, trascendiendo toda geografía, religión y sociedad.
Este nuevo espacio funciona como canal y mediador de la comunicación entre dos personas, incluso a cientos de quilómetros de distancia entre sí. En el caso de las aplicaciones de citas con opción gay, estas plataformas permiten tanto el encuentro casual para sexo como la posibilidad de forjar una relación sentimental. Tanto para una cosa como para la otra existen aplicaciones de citas como Tinder y Grindr, aunque en la práctica tengan usos bien diferenciados.
Los usuarios construyen una identidad digital a través de la selección de fotografías, elaboración de descripciones a pie de foto y la manera en que se comunican.
- En Grindr se genera un entorno invadido por el anonimato y las descripciones pobres o centradas en el sexo.
- En Tinder reina la pose y las descripciones tan pomposas como concienzudas.
En Grindr se busca el sexo y en Tinder el amor. En ambas apps existen pequeños grupos de usuarios que luchan contra la normatividad presente en ambas. En entregas semanales les iré pasando apreciaciones sobre la nueva forma de comunicarnos en esta época de posmodernidad y COVID.
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