Por Pablo Fontdeville | Se sabe desde siempre que la iglesia esconde la tierra debajo de la alfombra y a lo sumo la cambia de lugar, pero ...
Por Pablo Fontdeville | Se sabe desde siempre que la iglesia esconde la tierra debajo de la alfombra y a lo sumo la cambia de lugar, pero lo que llama la atenciĂłn esta vez es que las denuncias vayan dirigidas al mismĂsimo Papa. ¿Es de extrañarse?
Ante todo, Galli aclara que Ă©l es un genuino miembro de la Iglesia catĂłlica y que si el Ăşltimo martes se presentĂł con sus papeles ante el Ministerio PĂşblico Fiscal salteño es porque, justamente, lo que quiere es que la gente deje de ser expulsada de la Iglesia por una banda de corruptos, delincuentes y encubridores. La denuncia es contra AgustĂn Rosa Torino, quien es el autor principal en los hechos; luego denuncio a Luis Teodorico Stöckler, el enviado pontificio que debĂa investigar los hechos y no hizo nada; tambiĂ©n a monseñor Mario Cargnello, el arzobispo encubridor de la provincia; y a Jorge Mario Bergoglio, quien es responsable Ăşltimo de lo que pasa dentro de la Iglesia. Ăšltimo en el sentido institucional, pero en la práctica Bergoglio ha actuado deliberadamente y con total conocimiento de causa de una forma parcializada, queriendo conseguir favores judiciales como pasĂł con el caso del cura (Julio CĂ©sar) Grassi.
La denuncia es la consecuencia de comprobar lo que ya sabemos todos, que la Iglesia toma una actitud permanente de ocultamiento, complicidad y facilitaciĂłn de abusos sexuales y otros delitos. Y al comprobar que esas son figuras que prevĂ© el CĂłdigo Penal argentino, entonces me presentĂ© a la FiscalĂa para que el fiscal investigue si es que se ha cometido delito o no. Este viernes volvĂ a presentarle pruebas, entre ellas mi libro, donde relato hechos puntuales que involucran al cura Rosa.
En mi libro relato el hecho que nos convierte a mĂ y a mi familia en protagonistas del raid delictivo del cura Rosa en la provincia de Salta. Mi hermano fue vĂctima de una estafa grande de su parte y a raĂz de eso tuvo un ACV. Eso tambiĂ©n está tipificado en el CĂłdigo Penal. Muchas de esas cosas ya son de pĂşblico conocimiento.
Respecto a eso, yo no denuncio delitos puntuales que ya tienen denuncias y procesos judiciales iniciados. Yo denuncio el modus operandi de la Iglesia, que asĂ como se ha dado aquĂ en Salta se repite en todos lados del mundo. Por eso denuncio al Papa, por el modus operandi, por la actitud de facilitaciĂłn para cometer delitos que brinda a sus miembros, la actitud de ocultamiento y de hipocresĂa total. Y eso está tipificado en el CĂłdigo Penal argentino, especĂficamente en su artĂculo 125 y otros.
Hacemos esta denuncia ante los hechos reiterados, donde la Iglesia no trabaja para esclarecer nada sino para ocultar todo, para atenuar las condenas, pagando para que se defienda a los curas y, si es que tienen que estar detenidos, que estén en cárceles VIP; en fin, para darle todos los beneficios que les pueden conseguir a los curas pedófilos y delincuentes de todo tipo.
Además de lo que le pasĂł a mi hermano, yo tengo 73 años y soy miembro de la Iglesia catĂłlica. Por eso le escribĂ tambiĂ©n una carta abierta al Papa, donde en uno de sus párrafos lo invito a leer mi libro y le digo que ’si encuentra mentiras y falsedades, le pido que será un castigo justo recibir de su mano la excomuniĂłn’. Es decir que le pido que si Ă©l no ve razĂłn en mi reclamo que me excomulgue de la Iglesia, porque no es voluntad mĂa participar de una iglesia tan demostradamente corrupta.
Para ver si a Bergoglio le podĂan hacer llegar la carta abierta y el libro intentĂ© comunicarme por telĂ©fono con Juan Grabois, que sĂ© que es allegado al Papa. Pero no lo pude conseguir.
Mire, el Papa siempre estuvo en pleno conocimiento de todos estos hechos. Su enviado a la provincia dio una entrevista al diario El Tribuno donde le preguntaron si Francisco estaba enterado de esta situaciĂłn. Él respondiĂł que, si bien Ă©l no habĂa hablado personalmente, el Papa tiene sus colaboradores. Y cuando yo mismo le preguntĂ© al nuncio si el Papa lo sabĂa, Ă©l me contestĂł ’el Papa sabe todo lo que pasa en Argentina’. O sea que está confirmado por los mismos enviados de Bergoglio.
Yo espero que esto se investigue en serio. Que vean en ella no la firma de JosĂ© Luis Galli, sino que vean a los cientos de vĂctimas de los curas pedĂłfilos, todas menores de edad que quedan marcadas para toda su vida. Que el fiscal vea eso en este expediente y actĂşe en consecuencia. El monstruo en el que se ha transformado la Iglesia catĂłlica en su estructura es muy poderoso
Vea, yo tengo una opiniĂłn formada a partir de los Evangelios. Jesucristo ya se expresĂł con respecto a este tema y les dijo claramente a sus discĂpulos ’mi reino no es de este mundo’. AsĂ que de ahĂ usted saque las conclusiones.
El monstruo en el que se ha transformado la Iglesia catĂłlica es muy poderoso”, sentencia JosĂ© Luis Galli, un salteño de 73 años que, entre cosas hechas en su vida, escribiĂł un libro titulado “La corrupciĂłn intentĂł llegar al cielo”.
Ante todo, Galli aclara que él es un genuino miembro de la Iglesia católica y que si el último martes se presentó con sus papeles ante el Ministerio Público Fiscal salteño es porque, justamente, lo que quiere es que la gente deje de ser expulsada de la Iglesia por una banda de corruptos, delincuentes y encubridores.
El martes 23 su denuncia quedĂł asentada en la FiscalĂa 2, a cargo de Justo Alberto Vaca, y lleva el nĂşmero de expediente 1307/18. Es la primera vez que, al menos en el paĂs, el apellido Bergoglio se incorpora a una denuncia judicial acusándolo de ser responsable de la trama de encubrimiento de abusos sexuales sobre niñas y niños por parte de clĂ©rigos y otros miembros de la instituciĂłn catĂłlica.
El caso protagonizado por AgustĂn Rosa Torino estallĂł en 2015, a partir de varias denuncias por abusos sexuales y delitos de tipo econĂłmico contra el fundador del Instituto “DiscĂpulos de JesĂşs de San Juan Bautista” y otros miembros de su congregaciĂłn. Los diversos hechos que integran el caso son de una gravedad espeluznante.
En abril de 2017 la victima fue Gracia Ramia Damario, una joven que a los 13 años sufriĂł abusos de parte de la monja Patricia Pacheco, miembro del grupo de Rosa Torino. Cuando tenĂa 18 años, miembros de esa misma congregaciĂłn convencieron a Gracia de hacerse monja. Su calvario tuvo ribetes dantescos y solo finalizĂł en 2015, cuando con 22 años y estando casi secuestrada en España, logrĂł escaparse de la congregaciĂłn y volver a su casa.
Nicolás Parma, es otro cura de la congregaciĂłn que habĂa sido acusado en 2016 por violar sistemáticamente a varios jĂłvenes novicios pero que, pese a ello, el Vaticano no lo entregĂł al Poder Judicial sino que lo enviĂł primero a Roma, despuĂ©s a España y finalmente lo repatriĂł y lo mandĂł a vivir (y “trabajar”) a Tucumán.
Pacheco y Parma son apenas dos ejemplos de la organizaciĂłn criminal que fundĂł Rosa Torino con el aval de la Curia argentina y del Vaticano.
InvestigaciĂłn cero
Cuando en 2015 estallĂł el escándalo de los “DiscĂpulos de JesĂşs de San Juan Bautista”, Jorge Bergoglio quiso mostrarse procupado y ocupado. El 17 de julio de ese año nombrĂł “comisario pontificio” al obispo emĂ©rito de Quilmes Luis Teodorico Stöckler y, segĂşn el discurso oficial, lo mandĂł a Salta a “investigar” el caso.
Un año y medio despuĂ©s, el 21 de diciembre de 2016, Stöckler publicĂł un comunicado en el que decĂa que durante ese perĂodo realizĂł “diversas actuaciones” a partir de las denuncias y que “dicha informaciĂłn ha terminado y ha sido remitida directamente a la Santa Sede”.
El resultado de esa “investigaciĂłn” está guardado bajo siete llaves en el Vaticano y nunca se hizo pĂşblico algĂşn informe sobre el caso de Rosa Torino y sus secuaces. Por eso Galli denuncia tambiĂ©n a Stöckler por “no haber hecho nada”.
Intento fallido de comunicaciĂłn con el "Santo Padre"
¿Usted cree que Bergoglio conoce los hechos?
Objetivo de la denuncia
Si bien se declara catĂłlico, ¿quĂ© opiniĂłn tiene de la campaña nacional que plantea la separaciĂłn de la Iglesia del Estado? Por ejemplo, para que los obispos no tengan los privilegios y suculentos sueldos estatales
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